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Soberbios, followers & cia
martes, 24 de diciembre de 2013
Noches y buenas.
domingo, 15 de diciembre de 2013
HE.
domingo, 1 de diciembre de 2013
Un par de ellos más.
Te estoy esperando. Estoy esperando que compartamos los domingos, que pongamos una peli y que intercambiemos besos en el sofá. Que me hagas cosquillas hasta que me duela la tripa y me acaricies el pelo, ponerte morritos, incluso pegarte un par de gritos pidiéndote que pares ya. Estoy esperando que dibujes con tu dedo en mi espalda, y adivinar qué quieren decir tus caricias. Pasear de la mano, todo muy empalagoso, porque a día de hoy es lo que me apetece, las cosas pastelosas y edulcoradas. Que me beses sin dejar que pare de sonreír y que me cantes al oído cualquier canción a la que le hayamos otorgado la categoría de nuestra.
También estoy deseando conocer tus manías y tus vicios. Enfadarme, porque tú, como todos los hombres quieras pasar unas horas con tu querida consola, con tus colegas, o con tu querido equipo de fútbol. Me apetece un montón que me retes, a lo que sea, a dejar de fumar, a dejar de salir, o a empezar a tocar el ukelele. Me apetece sentir eso que hace mucho que no siento, ganas de morder a alguien, ganas de jugarme la vida, y ganas de quitarte hasta la piel.
Te iba a pedir que me dieras dos minutos, pero conociéndome como me conozco, se me haría muy difícil dejar que te marcharas una vez hubieran pasado. Así que mejor te doy un par de ellos más para que te presentes, y a partir de ahí, solo te pediré el resto de nuestras vidas.
lunes, 25 de noviembre de 2013
#LasReinasDeLaMaldad Olga.
"Proyecto de cirujana. ¿Sobre mi? 221223 pelos, 152 pecas y algún que otro lunar. Aposté y perdí mi vergüenza en una apuesta. Escribir es más que una acción, es un modo de vida. FanFantal y apasionada por Fangoria. No estoy seria, soy seria. Con el alma tatuada, y si, es su nombre, claro."
Su relación con El Rincón de la Soberbia:
"Leo tu blog desde hará como año y medio, y lo leo porque me identifico muchísimo contigo, comparto tu afición por la moda y sobre todo porque me encanta leer y escribir."
"Esta mañana he abierto la ventana y ahí estaba, el Señor Invierno recién llegado a la ciudad.
Como cada año, venía a invitarme a pasear. El señor Invierno es frío, alto y delgado, aunque muchos piensen que es desagradable y antipático, es bastante reservado y callado. Pero una vez te has acostumbrado, no es nada desagradable sentarse junto a él y observar como llueve fuera.
Parece que por fin llega el frío, y con él, los días cortos, las noches largas y las tardes enteras con un buen libro, café y manta.
Con el Señor Invierno llegan los domingos encerrada en casa, con mil cosas por hacer pero ninguna hecha. Llegan las seis y media de la tarde y es de noche, llegan las siete de la mañana y cuesta salir mucho de la cama, y no solo por la hora, si no por el frío, llegan las peleas por la manta, los guantes que no te dejan escribir bien y los abrigos que prácticamente no te dejan moverte. Pero también llega esa época tan mágica del año, en la que las ciudades se visten de blanco, las gotas se transforman en diminutos y perfectos copos de nieve y sobre todo llega la mejor sensación del mundo, tomar té bien caliente y notar como el calor te invade por dentro.
El Señor Invierno se queja de las comparaciones, se queja porque no le gusta a nadie, todos le preguntan por la primavera, su querida hermana Primavera, esa a la que todos adoran, con sus flores, el sol y los arboles vestidos de nuevo. Solo hacen que preguntarle cuando va a llegar, cuando se irá él y dejará que todos disfruten del calor. Pero también se queja de que cuando el verano ha llegado y todo el mundo tiene lo que quiere, con el calor, la playa y los helados, quieren que vuelva el frío, y que el otoño, su hermano más cercano, aparezca rápido, porque es un momento de enamorados y bla bla bla…
Yo le dejo que proteste, porque no tiene con quien hablar.
Y seguimos paseando hasta casa, donde preparo té para dos, aunque sé que no se lo va a tomar, el Señor Invierno no se quita el abrigo, es muy friolero, y se queda callado junto a la estufa mientras ve la nieve caer al otro lado de la ventana. Es algo melancólico y bastante quejica, no lo voy a negar, pero créeme que cuando le conoces no está tan mal.
Cuando llega la noche, el Señor Invierno se tiene que ir a trabajar, y mientras cierro la puerta y veo como se aleja, tengo que admitir que me gusta el Invierno y que no lo puedo evitar."
COLABORACIONES.
viernes, 15 de noviembre de 2013
El hombre perfecto.
domingo, 10 de noviembre de 2013
½ ♥ + #Blonde
jueves, 7 de noviembre de 2013
NOV.
domingo, 27 de octubre de 2013
Putas y princesas.
lunes, 14 de octubre de 2013
A MI YO DEL FUTURO
domingo, 13 de octubre de 2013
Absurdo.
martes, 1 de octubre de 2013
¡OTOÑO!
jueves, 19 de septiembre de 2013
La tentación llama la atención.
¿Por qué ha vuelto? Ahora, justo ahora que estaba apunto de olvidarlo todo. Ahora que el dolor había dejado de desgarrarme la piel.
He de ser valiente. No quiero, pero sé que debo cerrar esas puerta con todas las fuerzas que me quedan y ponerle punto y final a esta historia de amor que bien podría confundirse con un drama. Pero no puedo, solo quiero mirarle, abrazarle y fundirme en sus labios. Es pura atracción magnética. Mi cabeza sabe que es un círculo vicioso. Pan para hoy, hambre para mañana. Cinco minutos de felicidad, 5 años de desdicha.
"Lo siento, me ha costado mucho darme cuenta de que eres lo que verdaderamente necesito. Te quiero" No, no digas eso. Sus palabras me retuercen el corazón que bombea sangre a velocidades intolerables, con una fuerza bestial. Oigo mis propios latidos. Tengo la boca seca y un montón de palabras que se mueven en mi cabeza, sin orden ni control, deseando cruzar la fina línea que separa el consciente del subconsciente.
Otra vez volveré a ilusionarme, pensaré que esta vez será diferente. Que el ha cambiado, que yo también lo he hecho. Otra vez a dejarme la piel, a equivocarme, a darme la hostia y otra vez a pasarlo mal. O no. ¿Y si esta vez es la definitiva?... Y si, y si... Y todos esos "Nunca más" que suenan a mentira, pero mentira de las feas, de las que ni yo misma me creo.
Sigue ahí, mirándome. Noto como quiere besarme, noto como me muero por hacerlo. Aire, me falta el aire. Me dejo llevar. Cojo la poca dignidad que me queda y cierro la puerta. Pero con él dentro. Lo beso. Sé que no va a salir bien, pero si lo rechazo, me arrepentiré toda la vida de lo que podría haber sido y no será.
Putas tentaciones. Siempre poniéndome a prueba. Pero que le voy a hacer, si es mi talón de Aquiles. Cuanto más prohibido, más deseado."
Reinas de la Maldad. Como podreís comprobar, el look del blog ha cambiado de look. Cambiamos lo cósmico por el encaje. A escasas horas de conocer mi futuro, os escribo, a parte de porque me apetece, para contaros que por fin, El Rincón de la Soberbia está en Twitter. Os agradecería que le dierais a FOLLOW. Allí podréis preguntar, y contar todo lo que queráis y trataré de mantenerlo actualizado con mini-post y frases de esas que estaba twitteando desde mi cuenta personal. Os espero ahí. Siempre vuestra, nunca suya.
domingo, 1 de septiembre de 2013
Wake me up, when September ends.
Últimos rayos de sol.
Comienzan a descender las temperaturas, como mi ánimo. El verano ya está agonizando, como agonizan mis esperanzas de que el 31 de Diciembre pueda catalogar 2013 como un gran año.
Los días cada vez son más cortos, las noches cada vez más frías y los morenos palidecen con el fresco que empuja el verano para dejar paso al otoño.
Amores de verano que se corrompen con la caída del sol y con esa áspera rutina que se vive todo el año, menos en verano.
Acumulación de recuerdos felices que pronto acabarán confundiéndose con llanto. Qué putada, otra vez a esperar.
Muchos dirán que estoy equivocada, que el verano aún no ha acabado, pero para mi Septiembre, es síntoma suficiente para saber que la estación estival está agonizando. Un coma irreversible. El verano 2013, ha muerto.
Odio Septiembre, lo odio como si fuera un fatídico lunes después de un puente.
Reinas de la Maldad, un septiembre más aquí a vuestros pies. Cerca de cumplir el tercer aniversario de mi blog. Beh, no voy a entreteneros más. Disfrutad de las últimas horas del ansiado y efímero verano. Ya nos leeremos por aquí.
Siempre vuestra, nunca suya.
domingo, 18 de agosto de 2013
Te has marchado para siempre.
Sé que estas líneas van a quedar en el más absurdo de los olvidos. Sé que estas palabras nunca llegarán a tus oídos. Que estas letras que hoy te escribo jamás serán acariciadas por tus ojos, no van a hacerte esbozar una sonrisa, y tampoco harán que derrames ninguna lágrima.
Estás, de cuerpo presente, pero hace mucho tiempo que no eras tú. Los años pesaron y los recuerdos eran tantos que un día se esfumaron, de la noche a la mañana. Olvidaste tu pasado, tus aventuras, tus historias... Te olvidaste de tu gente, de nosotros, te olvidaste hasta de ti.
Siempre pensé que serías eterna, la mujer de hierro, indestructible. Me enseñaste, sí. Me enseñaste practicamente todo lo que sé de la vida. Y ya no estás, y yo sigo aquí, y como desde hace mucho echándote de menos... Tanto "y", supongo que me cuesta poner puntos finales, sobretodo cuando tengo que hablar de ti.
"Ley de vida" ya, pero por qué.
Tal vez, me sienta culpable por no haberme despedido. No sé, supongo que esta es una manera de limpiar mi sentimiento de culpabilidad, aunque sé que en estos últimos años, despedirme no hubiera servido de nada, porque en cuerpo estabas pero en alma no.
Sé que me has querido, que me has querido mucho, auténtica devoción, y creeme, yo también lo he hecho, lo sigo haciendo.
Toda una vida que acaba reducida y recogida en una caja. Suena duro, incluso frío pero es la pura realidad.
Estás ahí, a escasos metros y nosotros aquí, haciendote compañía por última vez. Ya, ya sé que muchos de los que están no quisieras que estuvieran... Pero qué puedo hacer yo más que aguantar un falso consuelo que no me reconforta.
Tengo muchas cosas tuyas. La soberbia, el "mal café", la aparente frialdad, y como a ti, tampoco me gusta la gente...
Solo quería despedirme, que supieras que nunca te voy a olvidar. Y aunque estas palabras, como ya he dicho, nunca te lleguen, necesitaba escribirlas.
90 primaveras, muchos sueños cumplidos y muchos otros sin cumplir.
Hasta siempre.
miércoles, 7 de agosto de 2013
8.765,81277 horas después (7 etapas del duelo)
Siempre nos quejamos de la monotonía de la rutina, de la uniformidad y homogeneidad de nuestras vidas, y cuando esa rutina se ve alterada por la falta de cualquier elemento que no teníamos en mente cambiar u omitir, comenzamos a volvernos locos.
Qué sorpresas nos da la vida, y para desconsuelo de muchos no siempre son favorables y para nada, un motivo de alegría. Todo acto, tiene su consecuencia más o menos obvia y en un plazo de tiempo que nada tiene que ver con la gravedad de los hechos ni con la repercusión de los mismos.
Nuestro cerebro (y nuestra parte emocional) tarda en reaccionar ante ciertas situaciones. Uno no se enamora de la noche a la mañana, ni deja de querer en un abrir y cerrar de ojos. Como el río, todo sigue su curso. Igual, que ante la muerte de un ser querido, las reacciones se suceden a velocidades distintas en unas personas que en otras.
Shock: No, no me lo esperaba. La verdad es que hubiera llegado a jugarme la cabeza a que eso nunca hubiera pasado, y efectivamente, como muchas otras cosas hasta este momento, la hubiera perdido. Parálisis cerebral y emocional. No ha pasado, es una broma. Sí, seguro que es una broma.
Negación: Imposible. No se puede acabar tanto amor en tan solo unos segundos. Tanto tiempo forjando algo tan sólido, tan real que parecía mentira... No, no lo pueden romper dos palabras, y menos dos términos tan sosos fríos e incoherentes "Se acabó" ¿Ello sólo? No. Seguimos juntos, seguro. Es solo una pataleta, un enfado tonto. Mandaré un mensaje, le diré que le quiero y que volveremos a estar bien. No se ha acabado, no ha podido ser así.
Rabia: Mi vida no vale nada sin él. Toda la culpa es de tanta fulana que le ha comido la cabeza para poder comerle todo lo que viene detrás. Hijas de puta. Y van de amigas, como las vea las mataré. Y él... Él es gilipollas, no se da cuenta de que le quiero, que me quiere, que sin mi, no será feliz. La culpa no es mía y soy yo la única que sufre. Es como si a él le diera igual. Nunca le he importado. Valiente capullo. Juro que no será feliz si no es conmigo. Al final se dará cuenta de que o está conmigo o está contra mi, y la segunda opción no le compensa. Nunca me quiso, solo me utilizó.
Culpa: La culpa es mía. Nunca fui lo suficientemente buena ni con él ni para él. No me merece, merece a alguien mejor. Si yo no hubiera hecho todas esas cosas, si jamás me hubiera enfadado con él, si siempre le hubiera dado la razón. Nunca debí prohibirle nada, debí seguir sus órdenes. La culpa es mía, no hago nada bien, nunca lo he hecho, y nunca lo haré...
Tristeza: Solo lloro. Nada tiene sentido. Le echo de menos. Tengo un gran vacío en mi interior que me corroe por dentro. No tengo ganas de vivir, ni siquiera tengo fuerzas para respirar. No quiero saber nada de nadie, no me importa lo que le pase a nadie, ni lo que me pase a mi. Solo quiero morirme, meterme en la cama y llorar hasta quedarme seca, y entonces, dormirme para siempre.
Miedo: ¿Conseguiré salir adelante? La verdad, si él no está en mi futuro no sé si quiero seguir adelante. Él... él era quien me protegida con él me sentía segura. Nunca seré feliz, no sin él. No, gracias, no me interesa conocer a nadie más. Si alguien consigue hacerme sentir tan viva y tan plena como lo hizo él seguro que esperará el mejor momento para abandonarme y volver a dejarme como estoy. Paso de darme otra vez la hostia, estoy mejor así, si no espero nada de nadie, ninguno podrá defraudarme.
Aceptación: Sí, es cierto, lo echo de menos. Cómo no voy a hacerlo, ha sido una parte fundamental en mi pasado. Sí, recuerdo el día de hoy. También me da un escalofrío cada vez que los meses suman ese preciso número de días. Ese banco, en ese banco reímos muchas veces. Me acuerdo de esa canción, solía cantársela siempre que hablábamos por teléfono .. Pero está bien así, me ha hecho aprender. Sé los errores que nunca volveré a cometer, ahora me esperará "otro él" para poder darle todo el amor que al anterior no supe darle correctamente. No voy a reemplazarle sino a hacer más confortable el hueco que dejó. Algún día nos encontraremos y nos tomaremos un café...
Después, buscas una nueva rutina. Un nuevo elemento de cohesión entre tu felicidad y el mundo. Qué difícil es vivir en una rutina que no te hace sentir plenamente feliz, pero qué difícil es también vivir en una que te hace profundamente desgraciada. Salimos de una rutina para meternos en otra, mejor o peor. Son círculos viciosos; Estás bien. Estás perfectamente feliz. Te das la hostia. Sufres. Luchas. Estás bien... Y así. Toda la vida. Algunos círculos tienen mayor diámetro que otros, eso depende de las personas y de su capacidad de superación. La velocidad en la que superen esas fases de las que he hablado será el tiempo que tarden en salir de los profundos baches a los que nos somete la vida.
8.765,81277 horas después, y yo qué siento. Me hallo el la fina línea que divide la sexta de la séptima etapa. Ya he cruzado esa línea varias veces en estas 8.765,81277 horas, pero siempre he vuelto atrás, como si me hubiera dejado el paraguas en casa en un día lluvioso. Hace sol, estoy preparada. Es hora de volver a girar mi círculo, de prepararme para una nueva rutina.
Reinas de la maldad, parece fácil pero no lo es. Esto fue lo primero que pude publicar tras el revés que me dio la vida, 11 días después de un gran golpe. He estado tratando de recordar las sensaciones que sentía cuando escribí ese post, la verdad, seguía en shock. En la entrada Yo perdono pero no olvido. O igual era al revés... me desnudé ante el mundo (emocionalmente hablando) Las entradas de Octubre 2012 solo eran disfraces para mi agonizante momento personal. Las de Noviembre´12 el mejor ejemplo de "Consejos vendo y para mi no tengo". En Diciembre le pedí a 2013 que fuera lo que mi 2012 no había sido, le pedí sonreír 24/7, y bueno, dejemoslo en que confío en que los 4 meses que le quedan recompensen los otros 8. Y así, mes a mes, contando mis penas y, en ocasiones, alegrías.
Adopté durante estas últimas 8.765,81277 horas la frase de "Siempre vuestra, nunca suya" y ha quedado ya como un imprescindible en mis publicaciones.
Os vuelvo a preguntar, como antes, pero con toda la libertad para responder de forma anónima (OS DOY LA OPCIÓN) y que preguntéis o digáis lo que queráis. -:
miércoles, 31 de julio de 2013
Recuérdame.
Estamos hechos de recuerdos. Físicamente formados por más de un 90% de agua, emocionalmente cimentados más de un 90% en recuerdos.
Vivimos para crear recuerdos. Recuerdos que en ocasiones nos hacen sonreír, suspirar o llorar. Otras veces la formación de un recuerdo, y su almacenaje, nos hace aprender. Probablemente las grandes lecciones las asociamos a malos recuerdos, porque con lo bueno no aprendemos, disfrutamos.
Hay ciertas cosas tan traumáticas que decidimos olvidar, ocultar entre tantas cajas repletas de momentos, eclipsando esas grandes lecciones que de no haberlas obligado a perecer en el olvido nos hubieran ayudado a evitar volver a cometer errores similares y con ellos las catastróficas consecuencias.
El ser humano vive construyendo recuerdos y muere dejando su marca personal, su propio recuerdo. Las personas no mueren cuando sus órganos dejan de funcionar, mueren cuando su recuerdo se pierde, cuando su historia es olvidada.
Hay que organizar los recuerdos, no puedes tenerlos todos tirados sin un órden ya sea cronológico o prioritario y hay que asociarlos a ciertas cosas físicas y sensoriales para que no se pierdan.
Olor a bronceador, aquel verano de sonrisa permanente. Esa canción y esos ojos que se clavaban en los tuyos cuando sonaba. Ese vestido que te pusiste el día que lo conociste... Capacidad de observación, que no se te escape ningún detalle.
Pero no se puede vivir de recuerdos, atascarse recordando impide formar nuevos recuerdos. Risto Mejide dijo que si tienes más proyectos que recuerdos, es que estás vivo. En cierto modo, tiene razón. De todos modos la tiene. Lo mejor es recordar a poquitos, sin premeditarlo, recordar lo bueno y lo malo un ratito para que no se oxide. Y después seguir andando, buscando crear nuevas historias que en próximos inventarios emocionales, tendremos tiempo de recordar.
Y ahora, con todos esos recuerdos, ten el valor de decir que me has olvidado. Que ninguna de esas taras emocionales (recuerdos) que protagonizamos juntos no te ha hecho sonreír. Olvídame si tienes huevos. Olvidanos si quieres morir.
REINAS DE LA MALDAD. TENGO QUE INFORMAROS DE ALGO. UNA DE LAS COSAS MÁS BONITAS QUE ME HA PASADO ESTE AÑO, ESTE VERANO. HE COMENZADO UN NUEVO PROYECTO EN FORMA DE BLOG CON MI HERMANA. OS INVITO A QUE VAYAIS TOMANDO CONTACTO CON EL BLOG, QUE OS VAYAIS SUSCRIBIENDO PORQUE PRONTO ARRANCAREMOS A TOPE. NO SERÁ SOLO UN BLOG DE MODA, NO SERÁ UN SIMPLE DIARIO EMOCIONAL DISFRADADO DE HISTORIAS AGENAS. SERÁ EL MANUAL DE CUALQUIER MUJER. SE LLAMA UN BILLETE A MALIBÚ Y ESTÁ A VUESTRA ENTERA DISPOSICIÓN.
Me, myself and... ¡Ay qué tonta eres!
"Si no te quieres tú ¿Quién te va a querer"
Me paso la vida viendo como mucha gente "se quiere" tanto que no deja espacio para que los demás les quieran un poquito. Y cuando digo "se quiere" me refiero a ellos mismos. Un amor propio sobrealimentado por ellos mismos a base de horas frente al espejo y cumplidos en su mayoría innecesarios.
Esa clase de personas que elevan su físico a la máxima potencia y alardean de unas cualidades psíquicas inexistentes (Dime de lo que presumes...).
Esa clase de personas que piensan que ellos son los que decidirán cuando acabar una relación por ser más atractivos que sus parejas y por ser fáciles de introducir al mercado.
Esas personas deberían andar alerta. Más de uno y de dos ya tiene un bonito pack de cuernos solos por participar en una relación al margen de si mismos.
Porque no seré yo quien diga que el físico no importa pero... ¿Para qué quiero una funda sin tener el móvil?
Una funda, se puede cambiar muchas veces, cada día de un color y un estampado diferente pero el móvil no es tan fácil de cambiar. Y al que me diga que tiene un iPhone de quita y pon, que deje de leer que no me está entendiendo.
A lo mejor, ella no te gana en apariencia, pero te gana en prestaciones y servicio. Es lo que tienen los móviles un poco más viejos que ya se entienden, te traen recuerdos y la batería dura mucho más. Serás el último modelo, tendrás WhatsApp, Line, We Chat y la carcasa más guay del mundo. Pero deberías de saber que a lo mejor, él de vez en cuando coge su móvil viejo y manda sms, juega al snake y escucha politonos.
Es lo que tiene quererse tanto a uno mismo, que te impide ver que hay más allá de ti. Y antes de que te des cuenta, ya te han cambiado, te están egañando y utilizando. La culpa la tiene ese espejo que no deja de reflejar tantísima belleza ¿No?.
Reinas de la maldad, metáforas a parte. Nunca he tenido el ego demasiado subido, pero la poca capacidad intelectual de algunas personas hace que mi ego (si es que también hay que denominar así a la parte psíquica de quererse) aumente.
Este fin de semana, he tenido la oportunidad de hablar mucho sobre mi blog y de recibir alguna que otra sorpresa de una lectora. Una reina de la maldad de los pies a la cabeza. He recibido consejos de otra y muchas felicitaciones de otras poquitas más.
Mi Twitter, como ya sabeis es @maarviloria y utilizo el mismo user también en Instagram (donde encontrareis algunos micro-post)
Siempre vuestra, nunca suya.
Marina Viloria
jueves, 25 de julio de 2013
Ánimo Galicia.
En días como hoy es en los que se demuestra la bondad de las personas.
Personas, como tú y como yo. Algo tan habitual como un vagón de tren, por el que pasan miles de historias diariamente. Me duele imaginar que alguna de las personas que ha perdido la vida tal vez iba a pedir matrimonio a su pareja, a ver a sus hijos, a cuidar de sus padres o ese tren formaba parte de su rutina.
El ser humano, es frágil. Muy frágil. Nos la jugamos diariamente, no valoramos la vida lo suficiente como para llamarla nuestra. Y un día, sin riesgo aparente, la vida se nos va.
Soy incapaz de imaginar el dolor de esas familias que perdieron a quien más querían. Incapaz de imaginar la angustia de todas aquellas que aún siguen tratando de saber si su seres queridos aún siguen aquí o se marcharon ya no sé dónde.
En días como hoy, te paras a pensar y te das cuenta de todo lo que te queda por hacer, todos los "te quiero" que aún no has dicho y todos los abrazos que no has dado. En días como hoy, te recomiendo que lo hagas ya, que no dejes que pase ni un segundo más. Porque en días como hoy, te das cuenta de que nunca sabes cuando se va a terminar esto.
Solo me queda, pedir a todos aquellos que creen, que rueguen por las almas de todos aquellos que no decidieron marcharse pero se han ido. Mando toda la fuerza y todos los ánimos que puedo ofrecer a las familias que dificilmente van a encontrar consuelo sino es abrazando a quienes buscan. Espero que los encuentren, vivos, y tengan la oportunidad de decirles lo que muchas otras familias no pudieron decir a quienes ya se marcharon.
Mucho ánimo Galicia.
España entera está contigo.
Marina Viloria
miércoles, 17 de julio de 2013
Las penas en vaso ancho y con mucho hielo
La barra llena de vodka, un chupito por cada mentira que sonó a verdad, dos por cada beso que supo a gloria, tres por cada "te quiero" de quita y pon. Trato de que todos esos "¿Por qué?" que rondan mi cabeza guarden silencio, mueran sin miramiento, ni compasión, trato de dejar de buscar respuestas que no voy a encontrar.
Más alcohol, más lágrimas. En vaso ancho, y con mucho hielo. Siempre.
Sigo notando sus ojos en los míos, recuerdo ese momento en el que me juró amor eterno. Era lo más bonito que me habían dicho nunca, era otra mentira más.
Ahogo las penas en alcohol, en alcohol y hielo. Trato de nublar mis pensamientos con el humo del tabaco. Es inútil, esa voz no calla. Su imagen no desaparece de mi mente.
Vuelvo a llorar. Otra vez. Dolor, rabia, impotencia... Aprieto el puño y me clavo las uñas. El dolor físico no es comparable al dolor psíquico, emocional.
Sigo bebiendo, fumando, llorando y perdiendo cualquier ápice de esperanza, de dignidad.
Joder, cómo pude dejar que mi vida se convirtiera en una mentira. En qué momento se me ocurrió dejar que mi felicidad dependiera de él. Hijo de puta, a besos te creí.
La música taladra mis oídos. Intercambio mi dinero y mis ganas de vivir, por copas que intentan sustituir sus caricias. El hielo enfría, pero no consigue hacer que duela menos.
La garganta destrozada repleta de sollozos ahogados. La cartera vacía. Mi ánimo como el hielo, derretido e inexistente. Otro fin de semana sin su cuerpo. Otra noche sin su olor en mi almohada. Otra estúpida que ha perdido la vida por estar enamorada.
Vuelvo a casa. Malherida. Como cada día. Como cada día desde que se fue.
domingo, 14 de julio de 2013
Adicción.
Es como el sol, sale, se pone, y vuelve a salir. Nada es constante ni permanente, ni siquiera los sentimientos.
De nada sirve quedarse encerrado entre toneladas de recuerdos, anclado a un pasado que no va a volver. ¿Sabes? Ahí fuera hay un mundo lleno de personas increíbles, dispuestas a hacerte feliz, y también un montón de decepciones y fracasos que irás recolectando con los años.
Crecer, reinventarse, vivir. Parece que no hay salida ante el dolor, pero tarde o temprano la encontrarás (la encontraré yo también). Más que en olvidar, creo que el truco está en superar.
A mi, las relaciones fracasadas me recuerdan al tabaco. Tú, fumas. Sabes que es malo, no solo para tu salud sino también para tu economía. Hay muchas cosas que son mucho más difíciles de hacer si eres fumador, como correr la maratón. Pero sigues fumando. ¿Por qué? Ya no es porque te guste, es por puro vicio, pura costumbre, rutina, hábito. Te planteas dejarlo, y como que te entran más ganas de fumar. Lo "intentas" mil veces pero no puedes. No te engañes, tampoco quieres.
Lo mismo pasa con el dolor, con echar de menos. Esa persona ha sido parte de ti mucho, pero que mucho tiempo. Te duele recordar, te duele ver, leer y escuchar cualquier cosa que tenga que ver con esa persona. Decides olvidar, pero es imposible. Tampoco lo intentas realmente. Te torturas escuchando esa canción, viendo esas fotos y mirando su última conexión de WhatsApp, rogando al cielo un mensaje, una segunda tercera o decimonovena oportunidad. Nos volvemos adictos al dolor, a sufrir.
El ser humano, como buen kamikaze necesita tirarse piedras contra su propio tejado. Pero de nada sirve llorar por tantos "para siempre", por todos aquellos "ojalá".
Sientes que pasa el tiempo y todo sigue igual, que no lo vas a superar. Que el hueco que esa persona dejó es tan grande que jamás conseguirás llenarlo. No va a volver. Es mejor que lo sepas ya. No intentes
No quiero ser yo quien rompa tus esperanzas, quiero ser quien te abra los ojos. Porque aquí donde me ves, tratando de aconsejar a cualquiera que esté en esta situación, estoy como todos los que se identifican con esto que he escrito.
Solo, os deseo suerte, y sobretodo paciencia y fuerza que las grandes adicciones no se superan en un par de días.
Reinas de la Maldad. Cada vez actualizo menos, lo sé. Y me niego a prometeros que lo haré más a menudo porque la inspiración me llega cuando la da la gana. Además, ahora soy rubia, y me cuesta más...
. Disfrutad del verano, aunque cueste. Porque lo que me encanta el verano es que tiene la capacidad de volver posible lo imposible.
Me teneis en Twitter @maarviloria para cualquier amenaza, insulto o felicitación. Y como ahora soy una moderna, estoy también en INSTAGRAM @maarviloria , donde cuelgo algunos "mini-post" o proyectos de entrada. Feliz verano.
Nunca suya, siempre vuestra.
Marina Viloria