I´m addicted to you.

Te acobardan. Tienen una habilidad innata para hacerte sentir muy pequeñita, aunque eres muy grande. Siempre acaban destruyéndote, pero ellos son los únicos que pueden reconstruirte. No te convienen, pero te encantan. Son capaces de hacerte reír cuando estas llorando, y de hacerte llorar cuando eras feliz. Cuando no estas con ellos, das pasos de gigante, firmes, como una diosa; y cuando están ellos, caminas con pies de plomo, procuras no tropezar, podrían ayudarte a no caer, pero casi seguro que te pondrían la zancadilla. Gracias a ellos, aprendes, pero a base de ostias, como casi todo en esta vida, pero las suyas son las que más duelen, las de las mentiras que acabas descubriendo, y las de las verdades que no querrías descubrir. Son celosos, posesivos, exigentes, poco detallistas, inútiles, rematadamente tontos... pero te encantan, tanto a ti como a mi, es algo de lo que no podremos desengancharnos nunca. Porque está claro que tienen algo, algo que nos hace desearles con más fuerza, que queramos que peguen más fuerte en nuestro corazón, somos un poco kamikaces, pero, yo creo que por ellos, merece la pena, al fin y al cabo, como ya dije una vez, son la más dura de las drogas, y aunque creamos que controlamos la situación, acaba haciéndonos mierda, pero porque nos encantan. 

Bloggers, os dejo aquí unas imágenes, para que os recreéis la vista tanto como yo. No os olvidéis de comentar con la revolución de hormonas, me encanta conocer vuestra opinión. También estoy en twitter, ya sabéis @maarviloria ;)