Hacemos lo posible porque las buenas rachas, no terminen. Intentamos lo imposible para que las historias de amor, todos los sueños y expectativas, no se trunquen. Tendemos a idealizarlo todo, y lo peor, es que seguimos creyendo que la ficción puede convertirse en realidad. Tenemos nuestras metas, generalmente personas. Personas de las que nos enamoramos, hasta llegar a un punto enfermizo, donde hay que decidir, seguir luchando y pasarlo mal, o coger el camino fácil, darse la vuelta y buscar la felicidad en otros brazos. No pensamos que aunque estemos enamorados hasta las trancas de alguien, esa persona no tiene por qué enamorarse de nosotros. Pero está claro, que rendirse es el peor de los errores. Nos pasamos la vida intentando ir sobre seguro, no arriesgamos, no nos dejamos llevar; pero verdaderamente, si te arriesgas cuando no tienes nada, lo único que puedes perder es el miedo, miedo a dejarse llevar, a equivocarse y también miedo a ganar. Al final, si esa persona se enamora de ti, lo celebras y si no es así, intentas justificar tu abandono. Nos estancamos en el pasado, vivimos con miedo a avanzar, a progresar... Pero si miras demasiado al pasado, acabarás perdiéndote el presente. Todo se resume en miedo, todo se resume en no perder. Realmente, en muchas ocasiones no se pierde, simplemente se deja de ganar. Tenemos miedo a atrevernos, y a la vez, tantas ganas; tenemos que hacerlo, y además ya, tenemos que empezar a vivir. A sentir besos de adrenalina pura, emociones con sabor a victoria, trofeos de experiencias vividas. Porque la vida es muy corta, y el tiempo es escaso, y al final lo que realmente nos hace felices, es dejarnos llevar. Dejarnos llevar por el placer.
Reinas de la Maldad. Siento que este post es uno de esos post que realmente me ha costado expresar. Es que me parece increíble el miedo que tenemos a ser felices, con lo fácil que es arriesgarlo todo cuando no tienes nada que perder. Somos asquerosamente jóvenes, tenemos toda la vida para meter la pata. Y llegará un día en el que sí que tengamos demasiado que perder por dejarnos llevar. Es hora de dejarnos la piel en dejarnos llevar por lo que realmente queremos. Caer en las tentaciones, jugar a ser Dios, cometer errores, enamorarse, enamorar, y sufrir, porque sí, tenemos muchos disgustos que llevarnos y muchas lágrimas que derramar, pero derramarlas por algo que hicimos porque queríamos hacer, no porque no lo hicimos o no quisimos. Realmente:
-¿Crees que si tienes ganas de hacer algo y te reprimes, vas a ser más feliz?
Yo creo firmemente que no. Sin matices, por muy disparatado que sea (Vale si hay matices, cualquiera que infrinja las leyes). Dejémonos llevar por el placer, hay mucho camino que seguir, y justo ahora es cuando tenemos justificado salirnos de él. Que no te lo cuenten, hazlo. Espero vuestros comentarios, realmente creo que merece la pena reflexionar sobre este post, y compartir opiniones. Siempre vuestra, @maarviloria. (Twitter: @maarviloria ;Mail de contacto mirincondesoberbia@hotmail.com)