Accidente mortal.
Eso nos pasa por ir sin frenos, sin frenos y en contra de la dirección que algún pelele con traje y corbata decidió establecer algún día (probablemente un domingo, que es cuando uno se pone establecer cosas). Como auténticos kamikazes.
Mira que nos avisan. ¿Qué no? ¿Y entonces qué lleva haciendo Alex Hubago durante toda su carrera musical? Si no nos enteramos, es porque no nos queremos enterar.
Qué bonito queda eso que he leído de "yo mido el tiempo en besos, no en minutos". Enhorabuena, ya se te acabará y vendrás llorando, suplicando consuelo y algún insulto gratuito hacia aquel que ahora te da la vida. Porque hasta el más recto de los caminos acaba torciéndose, aunque sea milimétricamente, pero querida, cualquier mínima desviación, se nota, y hace que acabes en la cuneta.
Vivimos deprisa, demasiado. Aun no he conocido a nadie que se pare a escuchar, analizar y actuar sabiendo qué va a pasar.
No te enamores.
Ni de su risa, ni de sus labios. De su sonrisa, aún menos. Nunca sabes lo que una sonrisa puede esconder, y hay muy pocas que sean sinceras.
No te enamores.
Ni de su culo prieto, ni su forma de parpadear. Ni de sus ojos, esos que cuando te miran fijamente hacen que se te de la vuelta el estómago. Tampoco puedes enamorarte de su voz, esa que te atrapa y te hace desearle.
No te enamores. Es lo mejor. Ni sientes, ni padeces. No te enamores y dormirás tranquila por las noches, del tirón.
No tendrás que sacar doble sentido a cada una de las frases, ni interpretar las caritas que te envía en cada Whats App. Podrás bailar medio desnuda, hablar con quien te de la gana, y zorrear cuanto quieras sin tener que rendir cuentas a nadie.
Tampoco sabrás lo que es besarse con los ojos, conocerse con los labios... No sabrás qué es eso de tener cualquier palabra, olor o canción te lleve a un preciso y precioso momento. No sabrás lo que es romperte por dentro, ni que tu cabeza y tu corazón se declaren la guerra en la que la única víctima serás tu misma. Ni echar de menos aún echando de más.
No te enamores. Si no te gusta la adrenalina, no te enamores. Si no disfrutas del peligro, no te enamores. Si lo que quieres es equilibrio y serenidad, no se te ocurra sentir.
Enamorarse es ir matandose lentamente. Dejar de ocuparte de ti para preocuparte por otro. Sí, ocuparte antes de tiempo, estar pendiente de qué necesita, qué quiere... aunque ni la otra persona lo sepa. Enamorarse también es autoinmolarse, hacer de una persona el centro de ti sabiendo que cualquier día puede explotar y arrasar con todo, dejándote rota, en mil pedazos.
Saber, que cualquier día, si tú, o el otro no sigue lo que dijo el pelele del traje y la corbata... acabarás siniestro total.
Reinas de la Maldad. Después de casi tres meses... vengo a saludar. Aunque es normal que muchas me retiréis el saludo. Algún día, cuando esté lista... Todos estos borradores en los que me abro en canal, verán la luz y seréis testigos y comprenderéis por qué no publicaba, por qué desaparecí.
Ahora que llega el verano, (y aunque fuera invierno, ya sabéis como estoy funcionando) no puedo prometeros regularidad en el blog. Pero si en Instagram y Twitter (@maarviloria) donde si que escribo y publico, y donde estaré encantada de seguiros y conoceros más.
Si es que aún queda alguien al otro lado de la pantalla, claro.
Han pasado muchas cosas en este tiempo. A parte de mi 20 cumpleaños del que todavía no soy consciente... Y espero que me de tiempo a hacer todos los cambios que quiero antes de que me lleguen los 21.
Qué bonito queda eso que he leído de "yo mido el tiempo en besos, no en minutos". Enhorabuena, ya se te acabará y vendrás llorando, suplicando consuelo y algún insulto gratuito hacia aquel que ahora te da la vida. Porque hasta el más recto de los caminos acaba torciéndose, aunque sea milimétricamente, pero querida, cualquier mínima desviación, se nota, y hace que acabes en la cuneta.
Vivimos deprisa, demasiado. Aun no he conocido a nadie que se pare a escuchar, analizar y actuar sabiendo qué va a pasar.
No te enamores.
Ni de su risa, ni de sus labios. De su sonrisa, aún menos. Nunca sabes lo que una sonrisa puede esconder, y hay muy pocas que sean sinceras.
No te enamores.
Ni de su culo prieto, ni su forma de parpadear. Ni de sus ojos, esos que cuando te miran fijamente hacen que se te de la vuelta el estómago. Tampoco puedes enamorarte de su voz, esa que te atrapa y te hace desearle.
No te enamores. Es lo mejor. Ni sientes, ni padeces. No te enamores y dormirás tranquila por las noches, del tirón.
No tendrás que sacar doble sentido a cada una de las frases, ni interpretar las caritas que te envía en cada Whats App. Podrás bailar medio desnuda, hablar con quien te de la gana, y zorrear cuanto quieras sin tener que rendir cuentas a nadie.
Tampoco sabrás lo que es besarse con los ojos, conocerse con los labios... No sabrás qué es eso de tener cualquier palabra, olor o canción te lleve a un preciso y precioso momento. No sabrás lo que es romperte por dentro, ni que tu cabeza y tu corazón se declaren la guerra en la que la única víctima serás tu misma. Ni echar de menos aún echando de más.
No te enamores. Si no te gusta la adrenalina, no te enamores. Si no disfrutas del peligro, no te enamores. Si lo que quieres es equilibrio y serenidad, no se te ocurra sentir.
Enamorarse es ir matandose lentamente. Dejar de ocuparte de ti para preocuparte por otro. Sí, ocuparte antes de tiempo, estar pendiente de qué necesita, qué quiere... aunque ni la otra persona lo sepa. Enamorarse también es autoinmolarse, hacer de una persona el centro de ti sabiendo que cualquier día puede explotar y arrasar con todo, dejándote rota, en mil pedazos.
Saber, que cualquier día, si tú, o el otro no sigue lo que dijo el pelele del traje y la corbata... acabarás siniestro total.
Reinas de la Maldad. Después de casi tres meses... vengo a saludar. Aunque es normal que muchas me retiréis el saludo. Algún día, cuando esté lista... Todos estos borradores en los que me abro en canal, verán la luz y seréis testigos y comprenderéis por qué no publicaba, por qué desaparecí.
Ahora que llega el verano, (y aunque fuera invierno, ya sabéis como estoy funcionando) no puedo prometeros regularidad en el blog. Pero si en Instagram y Twitter (@maarviloria) donde si que escribo y publico, y donde estaré encantada de seguiros y conoceros más.
Si es que aún queda alguien al otro lado de la pantalla, claro.
Han pasado muchas cosas en este tiempo. A parte de mi 20 cumpleaños del que todavía no soy consciente... Y espero que me de tiempo a hacer todos los cambios que quiero antes de que me lleguen los 21.
Sí, si que quedamos algunas al otro lado de la pantalla y te doy totalmente la razón en este post. Creo que estoy pasando por lo mismo que tú y da gusto leer lo que piensas o sientes de vez en cuando, ver que alguien te entiende. Sigue escribiendo porfi plis.
ResponderEliminarMe alegra saber que aún hay alguien. Tampoco puedo pedir "fidelidad" cuando esto ya no es mi prioridad... pero no sabes que bonito es seguir leyendo que alguien se siente identificado con lo que digo. Gracias por estar ahí. Un besazo
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