Rain.

Hoy me he puesto ñoña. Puede que sea esta fría tarde de invierno, que sin duda me apetecería no pasarla sola, o tal vez la música de los 90 que suena a todo volumen entre estas cuatro paredes. El caso es que me he puesto a pensar en ese beso bajo la lluvia, un beso que se me quedó tatuado en la memoria y me viene a la mente cada dos por tres. Ese beso me sirve de inspiración, cuando mis manos resbalan durante horas por este teclado sin formar frases coherentes o que merezca la pena publicar.

Hoy me apetece pasear. Los que me conocen, pensarían que tengo fiebre, y los que realmente me conocen saben que es uno de los mayores placeres que me da la vida. Me apetecería pasear de la mano, como en una película americana apunto de terminar, después de que los protagonistas ya hayan pasado por todos los traumas posibles y estén al borde ese delicado y deseado beso. Me apetece ir por la calle con una sonrisa de oreja a oreja acompañada de esa cara de estúpida que a una se la queda cuando está enamorada, que la gente me mire y que el reflejo de la luz de los semáforos en el asfalto mojado parezca que brilla solo para mi. 

Para qué negar la evidencia, en el fondo, yo también soy bastante clásica y en ocasiones peco de moñas. He de reconocer que me gustan los atardeceres, los ramos de rosas y el champán francés. Me sé de alguno que leyendo esto no pensará que lo he escrito yo, pero si, así es la realidad. 

Ojalá, ahora. Un sofá, una manta calentita y una compañía perfecta, eso sí, sin ningún tipo de prisa, solo la necesidad de permanecer piel con piel con esa persona eternamente. ¡Maldita primavera! (tal vez eso me sirviera de escusa sino fuera 20 de Enero) Fresas con nata, helado, un bote de Nutella y una caja de Oreos, para compartir por favor. Bomba calórica que tardará poco en explotar y quemar todos los hidratos ingeridos. 

Ojalá, ahora y para siempre. Unos dientes clavados en el cuello, o unos labios paseando por él. Unas uñas apunto de desgarrar una espalda, sentirse aprisionada contra una pared. Caricias, besos y alguna que otra risa nerviosa e imparable. Que sobre la ropa siempre y cuando no falten las ganas. 

Hoy, me he puesto ñoña. Puede que sea esta fría tarde de invierno, que sin duda me apetece pasarla contigo, o tal vez sea la música de los 90 que suena a todo volumen entre estas cuatro paredes tratando de llenar tu ausencia. El caso es que me he puesto a pensar en mi, y para variar, he acabado pensando en ti.

 ________________________________________________________________Marina Viloria

Hola Reinas de la Maldad, si supierais el tiempo que llevo tratando de publicar... pero la vida universitaria es lo que tiene. (Si, tengo escusa para todo, pero por algo os encanto jajaja). Tengo muchas ideas en mente para este 2014, (a ver cuantas pongo en práctica)como: enseñaros una "novela" que escribí hace un par de años y me estoy plantando terminar, hacer unas sesiones temáticas para el blog, un cambio radical de aspecto de este blog (lo mío ya no tiene arreglo) y otras muchas cosas... 
Mi vida como "proyecto de historiadora del arte" no es tan perfecta como sería mi vida de "proyecto de publicista" pero no está nada mal, lo único que estar en la universidad implica salir mucho (sí, no lo he inventado yo, es la vida universitaria) y en época de exámenes dormir poco desafiando a las leyes naturales y a tu propia vida. Dicho esto, no os entretengo más. Espero que paséis una feliz semana :) ¡Ah! No quiero que se me olvide felicitar a Elena R. que tiene unas amigas estupendas que me han mandado un correo para felicitarla el cumple porque me han dicho que no hace más que enseñarlas mi blog, pues gracias Elena, y disfruta del día de tu cumpleaños!!

Ahora si. Siempre vuestra, nunca suya.