Un complejo por cada par de zapatos.

"¡Buenos días princesa! He soñado toda la noche contigo. Íbamos al cine y tu llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto. Solo pienso en ti princesa, pienso siempre en ti, y ahora..." 

Que no, que yo no me creo estas cosas. Es cierto que con un "princesa" o un "pequeña" mis defensas bajan, y me quedo con cara de estúpida. Pero que no, que a mi no me engañas, ni tu ni nadie. No he vivido tanto como para decir que ningún hombre va a volver a hacerme daño, pero yo estas chuminadas no me las vuelvo a creer. 

Está muy bien ver películas en las que tras el peor desastre de la historia y la ruptura más dura jamás contada, ella va a marcharse del país y justo cuando el avión está a punto de despegar, llega él y la dice que la quiere y que todo lo que ha pasado le da igual. Eso, solo pasa en las películas, y si resulta que mi vida es una, he de decir que no sé quién coño habrá escrito esta mierda de guión, pero que le despidan ya.

Me pasan cosas de película de ciencia ficción, ¿es tan complicado encontrar a alguien normal?. Yo que siempre presumí de que me gustaba lo raro.. vamos anda, ni de coña. Que me devuelvan mi inocencia, que esto de saber como es la vida de verdad y cómo son los hombres, no me mola nada. Prefería seguir esperando a ese "príncipe azul" que andar besando sapos. 

El amor es una mierda, y no me vale eso de "el amor es la respuesta" porque yo no he formulado ninguna pregunta, y responder algo que no te preguntan, no está bien visto. Es hablar de más y pensar de menos.

Si yo os contara las cosas que me han pasado estos últimos días, no me ibais a creer. Es más, si yo no lo estuviera viviendo, pensaría que es el guión de una película patética y mala con un final predecible y nada feliz. Y la culpa, para que nos vamos a engañar, la tengo en gran parte yo. Por poner expectativas, y por desilusionarme enseguida. Por no tener paciencia y quererlo todo, rápido y bien. 

Fíjate que yo soy complicada, algunos dirían que soy rara y mentiría si dijera que tengo claro lo que quiero, porque es probable que a os cinco minutos de tomar una decisión cambie de opinión. No puedo culpar a nadie de que me gusten los retos y las cosas fáciles al mismo tiempo, que tenga mucha paciencia para unas cosas y demasiada poca para otras... Pero como se suele decir... no sé lo que quiero pero sé lo que no quiero. Y no quiero ni lo que he tenido hasta ahora, ni lo que tengo ahora mismo. 

Me he ido completamente de tema, la vedad. Puestos a soñar, hoy duermes en mi cama. Puestos a besar, hoy serían tus labios los que me hubiera apetecido estar acariciando todo el día. ¿Que por qué? Porque es muy bonito que te prometan la luna, que te ofrezcan un espejismo de felicidad eterna... pero que no, que aunque me gustaría que todo fuera tan idílico como me lo estás pintando, no me creo ni una sola de las palabras que tienen la suerte de salir de tus labios. No me creo todas esas cosas bonitas que dices de mi, será porque tengo un complejo por cada par de zapatos.

Reinas de la Maldad, he estado todo un Domingo aporreando las teclas de mi ordenador y no he podido publicar hasta ahora. Me falta la inspiración, se me han escapado los musos y yo necesito que vuelvan a mi, que los hecho de menos. 
Me he dado cuenta que algunas tenéis razón y ya no escribo como antes, y tengo la respuesta, antes sentía y ahora cada vez me cuesta más y o hago con menos intensidad. Dicho lo cual, no sé cuando volveré, si mañana, pasado, dentro de un mes o de tres. 

Siempre vuestra, nunca suya.