No siempre se consigue lo que se quiere, y os lo digo yo que siempre acabé teniendo todo lo que quería, material o emocionalmente hablando.
Intolerancia a la frustración, eso es lo que tengo. Esto hace que no tenga una capacidad de recuperación emocional tan potente y rápida como quisiera. Me cuesta pararme a analizar la situación cuando alguien desbarata mis planes para buscar nuevas alternativas, digamos que las emociones me juegan una mala pasada, y se apoderan de mi parte consciente y racional.
Siempre he considerado el dolor como algo innecesario y horrible, perfectamente evitable, pero una vez más estaba equivocada. Es necesario pasarlo mal y sufrir un poquito para aprender a valorar correctamente las cosas que tiene la vida. Que un anochecer significa que a las horas, volverá a salir el sol, y que si este no hubiera salido una vez más jamás volvería a anochecer.
También creo que tiene que ver con mi falta de paciencia. Nunca me ha gustado esperar, y me gustan las cosas inmediatas y bien hechas. La verdad, es que estoy entrenando mi paciencia últimamente, sobre todo en terreno emocional, porque me he dado cuenta de que esto de ir siempre un paso por delante, hace que de haber alguna piedra en el camino, la primera que caiga, y se de la hostia más dolorosa sea yo. Estoy aprendiendo a ir sobre seguro, a frenar mis impulsos y a dejarme llevar menos de lo que solía hacerlo. Y si soy sincera, ni es tan divertido, ni produce la misma adrenalina, pero a largo plazo es lo más factible.
Puede que la idealidad con la que pienso en el futuro ha hecho que sea aún mayo esta intolerancia a la frustración. Soy la primera que dice que las posibilidades de que algo pase son inversamente proporcionales a las ganas que tengas de que pase. Sí, soy de esas que dice que no deseando que sea que sí "para llevarme la sorpresa" si es así, y sino para ir preparada para una negativa, aunque para que nos vamos a engañar, nunca voy preparada.
Dice wikipedia sobre esto: "Las personas con baja tolerancia a la frustración, al tener una sensibilidad excesiva hacia todo aquello que sea desagradable, no toleran contratiempos, molestias o demoras en la satisfacción de sus deseos y no soportan ningún sentimiento o circunstancia desagradable. Frecuentemente albergan sentimientos de ansiedad, tristeza, agitación, resentimiento, humillación y enfado. Se victimizan y culpan a agentes externos de lo que les pasa."
Y sí, puede que sea una definición bastante exacta sobre mi, pero aún no sale mi foto al lado. Aunque la verdad es que si que sé solucionar problemas, a mi manera. Que no será la más correcta, y tampoco os la voy a contar porque a mi me funciona y no es cuestión de que me la explotéis y deje de servirme, ya lo siento por aquellos que esperaban que les contara lo que hace esta cabecita para acabar consiguiendo lo que desea.
Pero soy así, no creo que sea tan rara, me gustan las cosas rápidas y bien hechas, y estrenar pijama, también me gusta un montón.