La tentación, no es mala. Y si existen las tentaciones, será para caer en ellas ¿O no?. Si algo te tienta, es que te gusta. Es que te gusta, y reprimes tus ganas. Reprimes tus ganas, y te lo prohíbes. Te lo prohíbes, y te gusta todavía más. ¿Servir en el cielo, o reinar en el infierno?. ¿Vivir reprimido, o ser feliz?. ¿Decidir por ti mismo, o aceptar lo impuesto?.
Pecar es humano, humano y sano. Y qué mejor pecado que aquel que más te tienta.
Me encanta sentirme tentada, que me pongan a prueba, y sobre todo, adoro fallar a la evidencia. Lo tentador es sorprendente, y arriesgado. Si caes ante una tentación, de la que nadie se sorprende, no estás pecando de la manera correcta.. Cuando nadie entiende cómo has sido capaz de hacer algo, es doble la satisfacción que sientes. Tentación y riesgo, adrenalina pura, amén.
Jugar con fuego sabiendo que te vas a quemar, pero manteniendo una mínima esperanza de salvarte, y en el fondo saber que volverás a quemarte, pero aún así, jugar.
Vivir evitando tentaciones es vivir sin riesgo, para mí, es no vivir. Si duele, es que estás vivo,, si pasas toda la vida de pie, no sabes la satisfacción que da levantarse. Reprimirse constantemente es morirse poco a poco. Las tentaciones están para caer en ellas, pero en las tentaciones de pecados capitales, no en esos caprichos pasajeros disfrazados de tentadores e insípidos pecados.
En cuanto a la pregunta en negrita, es obvia mi respuesta. Yo eh decidido reinar en el infierno, y creedme cuando os digo que me estoy ganando mi trono a pulso.
Reinas de la Maldad, opinad sobre este tema. Dejad debajo de vuestra opinión vuestro blog y me pasaré con la mayor brevedad posible. Siempre vuestra. @maarviloria.