Ciao regine della malvagità

Siempre la misma historia, ahogada en la misma rutina. Rutina que me aprieta hasta asfixiarme, que me deja exhausta. Cómo cambia la vida, parece que fue ayer mismo cuando cada día era diferente, no necesariamente bueno, unos mejores, otros peores, pero todos completamente diferentes. Y ahora, sumergida en mi misma, sin entenderme, sin entender nada ni a nadie, y sin ninguna gana de hacerlo. Ni siquiera actualizo, ¿por qué?, porque no sé ni quién soy, ni qué me pasa, ni qué quiero. Rutina. Puede que sea la palabra que más me duele de esta lengua. 

Reinas de la maldad, dentro de unas 11 horas me voy. Sí, me voy. Con muchísimas ganas de ir, y ninguna de volver. Valladolid-Madrid-Roma-Florencia. Italia, allá voy. Es un viaje de fin de curso, al que a todos nos hace ilusión ir, salir del colegio, ir a otro país, reírnos, pasarlo fenomenal y acumular un montón de recuerdos que posiblemente jamás olvidaremos. Y yo, aparte de todo eso, voy buscando salir de esta ruina de rutina. Inspiración (tiembla Federico Moccia), estoy segura de que allí la encontraré. De tantas historias de amor han sido testigos esas calles, tantas páginas de libros enmarcados allí, que seguro que alguna musa encuentra un ratito para tomarse una caña conmigo, aunque la verdad, si es muso, mucho mejor. Llevaba casi un mes sin actualizar, y a los correos preguntándome si había cerrado el blog, no les he dado respuesta, porque me lo he planteado en estos días. ¿Volveré? Sí, ya está decidido, volveré. Porque alguien me preguntó una vez que para mi qué era mi blog, y yo, no supe responder, y esa persona fue la que respondió "El Rincón de la Soberbia, es tu vida. No es más que el reflejo de lo que eres tú". Solo con leerme, sabéis tanto o más sobre mi que los que me rodean. En definitiva:

En la vida, no siempre el camino es recto y horizontal, es más, cuando el camino deja de serpentear, y el terreno se allana por completo, es que estás muerto, tal vez no físicamente, pero mental y emocionalmente sí. Y es lo que me ha pasado a mi, y es lo que a partir de este preciso momento va a cambiar. Aquí acaba mi despedida, temporal, una maleta vacía, pide ser llenada ya. Siempre vuestra, @maarviloria.

 

Ciao regine della malvagità