Querido, amable, anormal y completo conocido:
Probablemente jamás leas éstas líneas, y de leerlas ni te imaginarás que detrás de ellas, mientras tecleo cada una de las siguientes letras, tengo una imagen fija de tu cara en mi cabeza. Y en el peor de los casos, si las lees y te das cuenta de que no puede ser para otro que no sea para ti, harás como siempre, como si nada ha pasado.
Podría comenzar engañándome, y tratando de engañarte... pero lo primero es complicado, y lo segundo, no tiene ni pies ni cabeza. ¿Fue bonito mientras duró? Pues idealizando y exagerando como exagero e idealizo las cosas... fue, que no es poco.
Debería darte las gracias por alguna que otra carcajada que no sabes que me provocaste. También por hacerme volver a los quince a ratitos, por dejar de odiar un domingo al año... Gracias a ti, he aprendido a esperar, entrené mi paciencia y también he conseguido mantener mi mal humor a raya. Has hecho que se me pusiera una sonrisa de idiota en la cara, al leerte, y también que lanzara el móvil contra la pared más de una vez.
He tenido que ser camaleónica, desarrollar mi faceta de actriz y sonreír cuando tenía ganas de levantar una ceja y poner cara de asco. He aprendido a mirar a los ojos, a mentir a los ojos, a morderme la lengua y no tragarme el veneno. Mi psicópata interior ha crecido un poquito también, y como paparazzi no tengo precio. Me ha costado disimular mis malas intenciones durante tantísimo tiempo.
"No me voy a enamorar, no me voy a enamorar, no me voy a enamorar" Dulce excepción hubieras sido... Sobró aspereza, tenías gacho, pero faltaba calor y color, mucho negro para tan poco blanco. Ni querías querer, ni que te quisieran, que más o menos era lo que quería yo... creo. Si soy sincera, ahora que no me lees, cualquier escusa era buena para hablar de ti, y para hablar contigo.
Debo reconocer que me has marcado, he hecho cosas que nunca pensé que haría. Has abierto puertas que tenía cerradas a cal y canto. Y que te guardo cariño, y que hay alguna otra cuenta por saldar, que ahora no pero... tiempo al tiempo.
¿Quién te dice que detrás de un nunca jamás no se encuentra algo maravilloso y que merecía la pena probar?
Mal momento para aprender una gran lección, sobretodo si tenemos en cuenta que he vivido rodeada de ni de coña's, ni en tus mejores sueños o ni borracha los últimos tiempos. Me encantó, fue maravilloso, pero se hizo tarde. "Nunca digas nunca", no lo digo y menos hablando de ti, que tienes un yo qué sé, un qué sé yo... que me encanta.
Bueno Marina, ya estás empezando a agradecer de más y a rabiar de menos. Te aseguro que no estoy molesta, y tampoco celosa. Pero llevo mal eso de las sorpresas, no sé si lo sabías.
Y blá, blá, blá.
No tengo mucho más que decir, aquí donde te ves, me has dado para un post. Eso no lo consigue cualquiera. Lo mismo a estás alturas te preguntas por el "anormal" del título, no creo que tenga que explicarte que normal, normal... tampoco eres. Quizá sea ese tu as en la manga, aprovéchalo.
Que te vaya bonito, pero que nos volvamos a ver.
Atentamente,
Marina Viloria.
Pero vamos a ver que me quede claro, te ha roto el corazoncito?
ResponderEliminar"Mi psicopata interior ha crecido un poquito tambien" jajajajajaja me matas
ResponderEliminarGenial de los geniales marina
Muy buen texto, ojalá lo lea, merece la pena. Me ha encantado, un besito :)
ResponderEliminar"Que te vaya bonito, pero que nos volvamos a ver" hay personas que son como la droga, se te meten en la sangre y por mucho tiempo y tratamientos que pasen por ti, volverias a caer, una y otra vez....
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