"¿Qué he hecho para que me trates con tan poco respeto?" El Padrino.
¿Qué sientes? Nada. ¿Qué te pasa? Nada. ¿Pero estás bien? No. Entonces, ¿Qué pasa? Nada.
Ese diálogo se repite cada día de mi vida, conmigo misma y con los demás.
Está como vacía. El dolor es tan profundo que apenas se puede mantener en pie. La tiemblan las piernas, pero ya no llora. No se ha hecho fuerte, no, es que ni tiene fuerzas ni para llorar.
Esbozar una triste sonrisa no es solo un esfuerzo psicológico, no es solo porque no la sienta, es un esfuerzo físico. La cuesta tensar hasta los músculos faciales, la pesan los párpados, pero no tiene sueño. La duele la tripa pero no tiene hambre, es de haber estado llorando toda la noche, todo el día de ayer, y de antes de ayer, y del anterior. Tirita, pero no tiene frío, es la sensación de soledad.
Puede que la veas guapísima, pero se odia, se odia con todas sus fuerzas. Se mira al espejo y aprieta el puño, tiene ganas de partirlo de un puñetazo y de ver como su imagen se rompe en mil pedazos, que es como está ella interiormente. Tiene la mirada perdida, el gesto cansado y la cuesta respirar.
Las manos heladas y completamente frágil, los ojos brillantes de todas las lágrimas que se están formando en su interior y que todavía no ha llorado.
Se fuma un cigarro tras otro, intentando que ese humo nuble sus pensamientos parpa dejar de darlo vueltas y descansar. Porque duerme, si, pero no descansa.
Y así horas, que parecen días. Días que bien podrían parecer meses, y meses que más que años pasan a la velocidad de siglos.
Esa sensación de vacío, de muerte súbita pero en vida. De pura soledad.
Seguro que alguna vez os habeis sentido como "ella", y si no alguna vez pasará.
Algunas estareis de enhorabuena, a pesar de su desgracia, este blog recobra sentido. Estas líneas escritas desde su más profundo dolor, no se distinguen tanto de las primeras que escribió. Si lo que esperabais era una entrada profunda, esto está escrita desde el mismisimo dolor interno, que no había compartido esta momento.
Bienvenidas a El Rincón de la Soberbia, el original, el del principio. Porque como ya sabéis sobre lo ideal ya se ha escrito demasiado.
No hay foto, no hay pregunta, no hay intención de recibir comentarios, de leer correos. Solo hay dolor, dolor y soledad.
Siempre vuestra, nunca suya.
Marina.
Joder, me dejaste sin palabras y eso que no me canso de escribir, decirte que yo y cualquier persona nos hemos sentido miles de veces asi, hueca, compañera de la soledad, en un mundo de vivos pero por dentro totalmente muerta y hueca, decirte que no pierdas la esperanza, que no estas sola, que cuando menos te lo esperes alguien te acompañara, decirte que no desistas, que yo soy un claro ejemplo de que tarde o temprano esa puta soledad interna te abandonara.
ResponderEliminarPor cierto una pregunta que siempre he tenido ¿eres de Viloria del Henar o es tu apellido? es que siempre he tenido esa curiosidad porque soy de Cuellar, solo eso jaja
Besazos y placer leerte como siempre :)
Solo espero que tengas razón y que esta sensación desaparezca cuanto antes.
EliminarMuchas gracias, en serio. A veces necesitas que gente de fuera te diga esto.
Me apellido Viloria, desconocia que habia un pueblo con mi apellido, tendré que visitalo.
Un beso, y gracias de nuevo
Hola Marina,tienes un premio en mi blog,pasate cuando puedas (nuncahevistonadacomotusojos.blogspot.com.es)
ResponderEliminarUn beso:)