Y estaban senados en una cama. Ella jugaba con un mechero y él estaba fumándose un cigarro. Cuando terminó, arrojó el cigarro por la ventana y se sentó de nuevo en la cama. Estaban a oscuras, la única luz de la habitación eran las chispas del mechero con el que ella jugaba. Todo estaba en silencio, un silencio bastante incómodo, pero ella pensó: "Es como si solo existieramos nosotros dos, como si se hubiera parado el tiempo". De repente , él rompió el silencio y la preguntó: "Pero,¿Tú quieres?"; "Si" dijo ella, y añadió: "¿Y tu?"; y él contesto que si, y de nuevo se hizo el silencio. Él miraba al suelo, y ella a las chispas del mechero. Ella giró la cabeza, le iba a decir que él, la gustaba mucho, pero no pronunció ni una sola palabra, porque él la besó. Ella no lo podía creer, le estaba besando, y esta vez no era un sueño. Él la sujetaba con su brazo derecho mientras ella seguía girando la ruleta del mechero. Era completamente mágico. Esa noche, ella no pudo dormir, no paraba de pensar que él, era el amor de su vida.
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